Tras el trágico suceso ocurrido la madrugada del 30 de marzo en las costas del Biobío, las familias de los siete pescadores desaparecidos, oriundos de Constitución, han comenzado a aceptar una despedida simbólica sin poder sepultar a sus seres queridos, lo que hace aún más desgarrador el impacto de la pérdida. La Armada de Chile anunció que este miércoles 16 de abril se dará por concluida la búsqueda de los trabajadores, cuyos restos no han sido hallados, ya que en los últimos rastreos del naufragio solamente se encontraron fragmentos mínimos, lo que indica la fuerza devastadora del choque con el barco “Cobra”, que algunas voces han comparado con la explosión de una bomba. Catalina Medel González, hija del patrón de la lancha “Bruma” y hermana de otro tripulante, relató en una entrevista para Contigo en Directo de CHV cómo los últimos resultados obtenidos del escáner en Cabo de Hornos mostraron solo restos insignificantes de la embarcación, lo que confirmó el temor de que el impacto hubiera dejado muy poca evidencia de lo que se esperaba hallar. “Entonces, no hay nada que buscar. Ya no tienen que seguir explorando”, lamentó, remarcando además la incertidumbre que se apoderó de quienes aguardaban encontrar la estructura principal donde creían que estaban los desaparecidos. Ante esta realidad, la familia ahora dirige su atención a la búsqueda de justicia, insistiendo en que se avance en las querellas e investigaciones judiciales contra el barco “Cobra”. Asimismo, han solicitado la realización de nuevas diligencias en la embarcación de la empresa Blumar, ante la posibilidad de que restos biológicos de sus seres queridos se encuentren ocultos entre la maquinaria, debido a la magnitud del impacto. Este llamado se hace urgente para que se efectúen pericias exhaustivas y se esclarezcan las circunstancias de tan devastador accidente.
Autor: Iñigo Socías